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Nació en Orán (Argelia) en
1786, hija de labradores, naturales de un pueblo de la provincia de Zaragoza.
Destacó en en los asedios a sus 22 años de edad, por su patriotismo y valor acompañando a los defensores
en la batería de cañones de puerta Sancho y en los combates del barrio del Arrabal,
armada de una bayoneta sujeta al extremo del hombro a modo de lanza, en ocasiones amenazante
hacia los franceses.
El general Palafox la condecoró con el escudo de los
defensores, y el rey Fernando VII le concedió una pensión de cuatro reales diarios
en 1815.
Una vez terminados los asedios sus padres se negaron a vivir en Zaragoza bajo el dominio de los franceses
marchándose a Cabañas de Ebro, donde Casta Álvarez casó en 1814 con un acomodado
labrador. Viuda y sola, pasó los últimos años de su vida olvidada de
todos, falleciendo el 29 de Abril de 1846 a los 60 años de edad. Para el centenario de los sitios
en 1908 su cuerpo fue desenterrado y conducido a la iglesia del Portillo en
Zaragoza, donde reposa junto a los restos de Agustina de Aragón y Manuela Sancho.
En el Ayuntamiento de esta ciudad hay un cuadro de ella pintado por
Unceta, que decora el salón de sesiones.
Nuria Marín.
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Aquí vivió y murió Casta
Álvarez.
Defensora de la Ciudad de Zaragoza en sus gloriosos asedios de
1808 y 1809.
En honor de tan insigne heroína dedica esta memoria
La Junta del I Centenario de los Sitios 1908
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