El domingo
23 de febrero a mediodía entre la Plaza del Portillo y la
Aljafería, la Asociación Cultural "Los Sitios de Zaragoza"
organizó el 211 aniversario de la capitulación de la ciudad
antes las armas francesas, en febrero de 1809. Se rememoraba el
punto 1º de la Capitulación, que establecía que los defensores
saldrían por la Puerta del Portillo y depositarían las armas a
100 pasos en dirección al Castillo.
Desde el
emblemático monumento dedicado a Agustina de Aragón, el
presidente de la Asociación, D. Gonzalo Aguado, dio la
bienvenida a un numeroso grupo de personas congregado. Entre
ellos destacaba el colorido de los uniformes de los Voluntarios
de Aragón, los trajes tradicionales del Royo del Rabal,
Asociación del Callejón del Tío Lucas, Paseos al Pasado y de
socios que quisieron vestirse de época para la ocasión. También
contamos con la presencia del presidente de la Asoc. de Vecinos
Tío Jorge, Rafael Tejedor y representantes de la Asociación de
amigos de la capa. Se hizo lectura solemne del fragmento del
Diario de Faustino Casamayor referente al 20 de febrero de 1809
y el acta de capitulación.
Tal y como
indicaban los términos de la capitulación. A las doce del
mediodía los asistentes se pusieron en marcha con destino a la
Aljafería siguiendo el desfile de los Voluntarios de Aragón.
Allí se congregaron en torno al olivo centenario del "Jardín de
las Comarcas", donde escucharon el emocionante relato del Barón
de Lejeune sobre la entrega de armas. El vicario parroquial del
Portillo, pronunció unas palabras de reconciliación y de
recuerdo a los combatientes de hace doscientos años, como
preludio de la ofrenda de los claveles sobre el olivo milenario
que simbolizaba la entrega de las armas que se entregaron en esa
zona el 21 de febrero de 1809, a continuación, los Voluntarios
de Aragón descargaron una sonora salva de honor. Para terminar,
se hizo una descarga en su honor. Seguidamente la alocución
final de D. Gonzalo Aguado agradeciendo la presencia del Ilmo.
Sr. D. Julio Calvo, concejal del Excmo. Ayuntamiento de Zaragoza
y de los presidentes de diversas asociaciones amigas que
quisieron acompañarnos en este acto, cerrando así un acto
sencillo pero emotivo que sirvió para recordar una efeméride
importante en la historia de nuestra ciudad.
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